Católicos on Fire

Visitando los portales noticiosos que tengo por costumbre visitar diariamente, me encontré con una noticia insólita: un cura polaco lanzó un libro que defiende el "sexo divino" y que ya ha sido catalogado por algunos medios como un "kama sutra católico" (sí y yo soy Caperucita Roja).

Por supuesto, esto no representa ninguna apertura de la Iglesia al tema sexual, puesto que además de aceptar la obviedad que significa que querer dar y obtener mayor placer no es ni por casualidad un pecado, sigue con su habitual postura de no aceptar bajo ningún motivo el uso del condón.

Es casi ridículo como, cada cierto tiempo tiene que salir un católico por aquí y por allá jurando por su madre que ellos, al igual que el resto de los mortales, tienen sexo... y lo disfrutan (yo creo que lo disfrutan más los curas que los feligreses fanáticos más papistas que el Papa).

La Madre Teresa demostrando que ella también quería.

¿Por qué carajos hablo de esto? Porque el tema me resulta morbosamente entretenido: no logro entender cómo algunas personas son capaces de dar autoridad para hablar sobre estos temas a tipos evidentemente reprimidos (en el mejor de los casos) y con un punto de vista anacrónico.

Sin embargo, ahí están, culpándose de antemano por algo tan natural como es el sexo, disfrutar de él sin más límites que los 2 que están en la cama (o en el sillón o en la cocina... as you wish). Ahí están, consultando y pidiendo orientación sobre qué tan malo es el ciber sexo (que como todo el mundo sabe "puede desembocar en graves problemas personales y familiares").

El éxtasis de Santa Teresa de Bernini... o Santa Teresa on Fire, demostrando lo fogosos que pueden llegar a ser los católicos (si lo que está teniendo no es un orgasmo, díganme qué es).

"Los métodos anticonceptivos entorpecen la relación sexual, son una barrera entre el hombre y la mujer", dijo a DW-WORLD Elisabeth Peshal, del grupo "Teen Star International". "Y la pídora", continúa Peshal, "va contra la voluntad de Dios y tiene muchos efectos secundarios para la mujer". Como solución para prevenir el embarazo, Peshal propone otras fórmulas, según ella seguras, como medir la temperatura vaginal.

Sí claro, gracias al método Billings y su alta efectividad nació mi hermano.

Y claro, llega una parte en que me da rabia. Porque la verdad, fuera de encontrarlo una rareza algo irrisoria, los católicos que se guían por la Iglesia para tener sexo me dan lo mismo. Bien o mal por ellos, no es mi problema. Lo que encuentro inaceptable es que metan sus narices entorpeciendo avances sociales y temas de salud pública.

En este minuto, en Chile, el grupo de mujeres que más se está embarazando son las adolescentes. Y cada vez baja más la edad, siendo entre los 12 y 14 años uno de los grupos de más riesgo. Se trata de niñas, preadolescentes, que no terminan el colegio y por lo tanto no tienen qué ofrecerles a sus hijos (usualmente más de uno, porque suelen repetirse el plato), perpetuando un ciclo de pobreza.

Son niñas como Julissa que jamás recibieron orientación alguna ni de su casa ni del colegio, por ignorancia, por tiempo o porque a los curas les da urticaria.

Yo fui a un colegio católico y, por lo menos allí, la educación sexual era nula. Tuvimos una sola jornada cuando iba en primero medio, creo, como respuesta a las JOCAS que por esa época había sacado el gobierno (debut y despedida de cualquier iniciativa de educación sexual). ¿Cuál era la moraleja que intentaban inculcarme? Que jamás de los jamases dejara que mi pololo pasara de los manoseos a "algo más" (indefinido... un tabú). Eso era la gran lección de vida. De condones y anticonceptivos mejor ni hablar.